CORREO
La Rioja (España)

11 de abril de 2013

Hermosa nube iridiscente en el cielo

¿A qué se debe que una nube parezca tener distintos colores?
(Foto tomada el día 16 de Julio del 2009)


Las nubes iridiscentes de bellos tonos pastel son un fenómeno óptico atmosférico que muchos hemos observado en el cielo. Su origen es la difracción de la luz solar al incidir en las partículas (cristales hielo o gotas de agua) de la nube. Su aparición requiere que las partículas sean pequeñas, de pocos micrómetros, que estén estratificadas en capas con partículas de tamaño similar (si los tamaños varían mucho en cada capa el color se vuelve blanquecino) y que las nubes sean tenues, para que la luz atraviese sólo una partícula y no varias.
Pequeña introducción a las nociones físicas básicas que explican este curioso fenómeno.
 La difracción es un efecto debido a las propiedades ondulatorias de la luz. Una onda es un fenómeno oscilatorio que se caracteriza por una longitud de onda (o una frecuencia). El arco iris se produce por la refracción de la luz del Sol dentro de una gota de agua. Los colores del arco iris corresponden a diferentes longitudes de onda, desde unos 380 nm (nanómetros) para el violeta hasta unos 780 nm para el rojo. La velocidad de las ondas de luz dentro de la gota de agua (el índice de refracción) depende de la longitud de onda, con lo que la luz blanca del Sol se dispersa y abandona la gota formando una banda de colores (Isaac Newton diría que la luz se “descompone” en los colores del arco iris porque las gotas actúan como pequeños prismas). Cuando las gotas de una nube son muy pequeñas, no pueden actuar como prismas y no se produce el fenómeno del arco iris, pero entra en acción la difracción.

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